Todo lo que necesitas saber sobre la Procesionaria

23 Feb Todo lo que necesitas saber sobre la Procesionaria

La oruga Thaumetopoea pityocampa más conocida como Procesionaria del pino puede resultar muy peligrosa para los perros por lo que es muy importante conocerla bien y saber cómo actuar en el caso de que tu perro entre en contacto con ella.

Comencemos por el principio: su ciclo de vida.

El ciclo de vida de la procesionaria se podría dividir en 3 etapas en las que, en cada una de ellas, adopta una forma y unas características diferentes:
1️⃣ La procesionaria adopta la forma de una mariposa y es ésta la que se encarga de seguir con la reproducción de la especie. Se aparean en verano y depositan sus huevos en las copas de los árboles. En este estado, sólo vive 24 horas.
2️⃣ Empieza aproximadamente 40 días después de que se depositan los huevos. Los que han sobrevivido, eclosionan y de ellos salen las orugas. Con la llegada del frío se agrupan en bolsones.
3️⃣ Con la subida de temperatura, entre febrero y abril, las orugas bajan de las copas de los árboles en forma de procesión y se entierran en el suelo cristalizándose dentro de un capullo hasta completar su transformación en mariposa.

La peculiar bajada en procesión de los nidos de esta oruga es el motivo por el que se le ha bautizado como Procesionaria. Muchos perros pueden sentir curiosidad por la gran cantidad de orugas moviéndose en procesión por lo que se acercan, las olisquean, se llevan sus pelos en las patas o incluso las ingieren. Estos «pelos» resultan muy tóxicos para nuestros canes creando un diverso cuadro clínico que puede llegar a causar su muerte. Los signos y síntomas son los siguientes:

• Hipersalivación.
• Inflamación de la zona de contacto.
• Lengua roja, amoratada o incluso negra (necrosis).
• Dolor intenso.
• Nerviosismo.

Los signos y síntomas que podemos observar en nuestro peludo dependerán del tipo de contacto que haya tenido con la oruga. Los signos más leves se apreciarán cuando nuestro peludo solo se haya acercado a una oruga mientras que los más graves serán debidos a la ingesta de esta. En cualquier caso, ante la más ligera sospecha, debemos lavar con abundante agua la zona afectada y llevar a nuestro peludo lo más rápido posible al veterinario para que le aplique el tratamiento farmacológico necesario.